Y me sonríen, me miran como a un sabio, como a un loco, como a un hijodeputa con más suerte de la que un día le dieron.
Hoy y mañana y pasado mañana y pasado pasado mañana estaré muriendo.
Y tal vez resucite o tal vez no.
El cuerpo sin cabeza, sin alma, sin dueño no es nada.
(y la cabeza, el alma, sin cuerpo no es nada... digan lo que dicen)
Ducha rápida, el pelo que ya no me deja ver, la cabeza que baila a su ritmo (no la intentes parar) y la espalda, las manos, los ojos que gritan pidiendo clemencia: "¡¡Sálvanos!!"
Actualizado:
Escribo en medio de un examen, cuando todos piensan, cuando todos cavilan, cuando todos estrujan sus mentes en busca del zumo de la sabiduría. Y yo en medio de todos ellos, alejado de ellos, apartado de sus quehaceres en la distancia los miro y me sonrío.
¿Acaso sabrán que escribo sobre ellos? Sobre su afán para terminar dentro de la hora, algunos desperados por aprobar, otros impacientes antes siquiera de terminar por saber si son los mejores de la clase (así quizá papá este verano les compre aquel coche azul marino que vieron el otro día, ¡sería perfecto!).
Y respiro y aparto el flequillo de mi visión y mi corazón palpita por si alguien me descubre: ¿Qué hace este joven loco escribiendo una auténtica basura en vez de hacer el examen? Y me mirarán como a un bicho raro, como a aquel loco que mató a su hermano con sus manos por no dejarle jugar otra vez al juego de la vida.
Etiquetas: exámenes, pensamientos
Pobre...yo también me muero, no sé como estaré el lunes...
Un beso muy grande tu p.b.d.q.